Hoy tenemos una nueva oportunidad, la esperanza de que pronto nuestra casa se ponga de pie para seguir construyendo puentes de amistad, sirviendo a la niñez molinense como ha sido nuestro sello desde 1919. La invitación es ha seguir unidos en la oración y trabajar juntos en la reconstrucción de nuestra historia.
Con nuevo entusiasmo, constancia y tesón y con la ayuda y colaboración de la Congregación, de la comunidad Educativa y de otras instituciones, rápidamente nos estamos poniendo en pie.
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